EL SECRETO DE LAS MUJERES EXITOSAS.
COMO, CUANDO Y PORQUE ASESORARSE A TIEMPO
Las mujeres nos destacamos históricamente por nuestro poder transformador. Somos el engranaje crucial de todas las Revoluciones. A cargo de este rol iluminado, conllevamos una lucha incansable por nuestros derechos.
Siempre identificadas por las intervenciones positivas, desde los inicios nos caracterizamos por alzar nuestra viva voz en pos de los avances legislativos.
Nos conectamos, nos protegemos. Somos una inmensa red que procura el trabajo en equipo.
Un sinnúmero de mujeres abogaron por los derechos femeninos. Batallaron los colectivos conservadores que pretendían dar a la mujer un rol accesorio.
La Revolución Francesa fue el escenario definitivo de la participación femenina. En 1792 Mary Wollstonecraft escribe la “Vindicación de los derechos de la mujer”, planteando demandas inusitadas para la época: igualdad de derechos civiles, políticos, laborales y educativos, y derecho al divorcio como libre decisión de las partes.
En nuestro País vale destacar el reconocimiento a las “Abanderadas del Patriotismo”, dedicado a evocar a las mujeres que lucharon por nuestra Independencia entre 1810 y 1821 (Gertrudis Medeiros, Juana Moro de López, Juana Azurduy, María Loreto, María Magdalena Dámasa).
El derecho al voto de las mujeres fue el evento social más significativo. Un nuevo y decisivo derecho declarado (y no reconocido). Las mujeres somos mujeres políticas.
La participación política nos permitió, entre tantas cosas, la actividad comercial.
Actualmente somos mujeres líderes, posicionadas en las más destacadas capitanías. A nivel internacional nos representa en el género CEOs como Mary Barra (CEO de General Motors), Indra Nooyi (CEO de PepsiCo). En Argentina contamos con Alexia Keglevich (CEO Global de Assist Card), entre otras.
La actividad comercial, el posicionamiento de las mujeres en altos rangos jerárquicos, nos llama a reflexionar acerca de los nuevos roles femeninos. La mujer multifacética: madre, ejecutiva, profesional, trabajadora, ama de casa, esposa, y en definitiva empoderada, rompe los esquemas sociales y deviene en una mujer que está transformando el mundo.
Pensamos a una mujer que decide qué rol tomar, qué limites poner y cómo hacerlo.
A través del desarrollo de nuestra carrera profesional, hemos podido identificar momentos claves y definitorios de lo que, a posteriori, termina resultando una ganancia personal, familiar y el ahorro de muchos dolores de cabeza.
Debemos distinguir, aunque ya con menos diferencias que con el antigüo código de Velez, el matrimonio de la convivencia. Nos referiremos en este artículo al MATRIMONIO.
El primer momento clave de asesoramiento para la mujer es en la etapa previa A CONTRAER MATRIMONIO, ese momento donde todo es color de rosa, y la pareja se encuentra preocupada por trámites engorrosos, de salud o la mismísima fiesta, pero que pasa con los normalmente llamados Contratos prenupciales?
Las mujeres generalmente nos resistimos a conversar este tipo de temas con la pareja, aunque resulte útil y prevenga (término al que no estamos acostumbrados en lo cotidiano) mayores desgastes de dinero, tiempo, atención y salud psíquica.
Las Convenciones matrimoniales deben ser puestas sobre la mesa. La mujer empresaria o profesional de hoy no puede restarle importancia a una buena planificación familiar considerando este aspecto.
Consejos:
1) Plantea cuáles son tus condiciones no-negociables.
2) Determina tus ingresos y bienes. Protégelos. – sobre todo contemplando particularidades de empresas familiares o matrimoniales-
3) No lo veas como un planteamiento económico. La convención matrimonial te asegura reglas claras en caso de futuros conflictos.
Planificar familiarmente tiene como resultado ser efectiva, marcar la diferencia en el mundo, del derecho a ser tomada en serio, en conjunto familiar e individualmente.
Otro momento clave de las relaciones matrimoniales, una vez roto el vínculo o a punto de romperse, es la LIQUIDACIÓN DE LOS BIENES DE LA SOCIEDAD CONYUGAL.
Quien no planificó previamente esta situación, o aceptó una comunidad de ganancias, debe asesorarse para que al momento de liquidar y separar los bienes, sepa la real situación, no se vea perjudicada y planifique a futuro, sobre todo por el cambio en el nivel de vida y manejo de los frutos y productos de los bienes en conjunto.
Como dijo Michelle Obama: “pongan un pie en la puerta y pidan una silla en la mesa”,
esa es la postura que pretendemos que nuestras clientas tomen, que no sean excluidas de las decisiones de la familia que conformó y de la cual es parte, de los negocios que construyó, y del beneficio y ventaja económica que forjó antes, durante y después del vínculo matrimonial.
Para ejemplificar la idea de retomar el poder por parte de las mujeres líderes, traemos a colación a otra figura representativa del poder femenino: Hillary Clinton.
Esta figura mantuvo una situación tensa con los republicanos. Fue amenazada con parálisis gubernamentales, negativas a considerar siquiera el nombramiento de los jueces de la Suprema Corte, y la promesa de buscar su remoción, en caso de que ganara las elecciones, sin mencionar la cantidad de insúltos personales que utilizaban para palear su imágen pública. Viene a cuento la utilización peyorativa que de ella hacían los hombres que la rodeaban y hasta quienes pretendían su lugar, utilizando recursos decorativos para minimizar el poder de la mujer.
Cuantas veces han escuchado o sido víctimas de comentarios tales como: “no sabe administrar el dinero, solo se compra zapatos”; “no puedo dejar que siga manejando la empresa mi mujer, seguramente no va a poder con los chicos”; “cuando quedan embarazadas toman decisiones las hormonas”, para mencionar solo aquellos que pueden ser nombrados.
No pierdan el poder de decidir sobre su empresa, su profesión y su familia. Planifiquen su matrimonio para no perder el liderazgo que las caracteriza como mujeres emprendedoras y líderes.
Maria Cecilia Lantella y Cecilia René Molinero, abogadas.-